Seguramente, alguna vez has escuchado que un gobierno socialista llegó al poder con buenas intenciones, pero no le han dejado hacer buenas acciones. Se vuelve recurrente la frase ¡El socialismo no es malo, solo está mal aplicado! Y esto, en realidad, es una falacia tremendamente dantesca, peligrosa y perversa que, además, la van repitiendo cual mantra para justificar acciones planificadas que conllevan al fracaso.
Cabe destacar que, uno de los argumentos favoritos de todo socialista es trasladar la culpa de los males a un tercero que lo cataloga como enemigo de la nación y de sus ciudadanos, que no lo deja hacer, que lo sabotea, que lo aisla y que lo oprime. Da la casualidad que ese adversario externo suele ser un país que, por lo general, es próspero, pujante y con índices de libertad que más bien deberíamos tener como referente.
Para añadirle más atenuantes a la situación, en Venezuela se ha satanizado durante muchísimos años la palabra capitalismo. Se suele escuchar la frase «El imperio yankee nos tiene bloqueados, nos quiere pisar con su bota del capitalismo salvaje», ya que muchos hablan de este modelo con odio y resentimiento sin darse cuenta que su vida está llena de beneficios que éste mismo sistema le ha proporcionado directa o indirectamente.
Por otra parte, vale mencionar que Venezuela está tomada por saqueadores, delincuentes que llegaron a gobernar bajo la idea de supuestamente erradicar la pobreza. Sin embargo, actualmente, lo que podemos percibir es que los que ocupan estas cúpulas se han beneficiado a costa de robarle a la empresa privada, a los emprendimientos, creando más miseria, destruyendo el sector petrolero; en conclusión secuestrando la economía y haciendo de ella su gran negocio a favor de ellos, sus familiares y testaferros, que además están diseminados en el mundo entero.
Otra gran falacia con la que fuimos educados es que «Venezuela es de los países más ricos del mundo», cuestión que es errónea, ya que la riqueza no se puede medir exclusivamente por el dinero existente o por la existencia de un recurso poco usual; realmente ésta se crea, se trabaja y tiene un elemento muy importante que es la capacidad de creación del individuo, allí, donde estén presentes estos elementos básicos es donde una nación con talento, recursos naturales y materiales, más proyectos innovadores y, por supuesto, respeto a la idea de mercado sin interferencias, será un país realmente rico.
En este mismo orden de ideas, para tener una radiografía bien esencial y con sustento del porqué en Venezuela hemos vivido una economía de atraso durante más de dos décadas, puedes detenerte a leer el quinto capítulo del libro Después del socialismo, libertad, un apartado que expone los controles, intervención estatal, eliminación de los incentivos, aniquilación de la propiedad privada, en resumidas cuentas, caos y desgracia.
Adelantando un poco la conclusión, se debe decir que el socialismo es un cáncer en estado terminal, además de que te anula como individuo en su totalidad. Por eso también la importancia de este texto en su sentido amplio, ya que nos dedicamos a escudriñar factores sociales que también responden a este mal; lo interesante de todo es que no solo nos quedamos en el relato, sino que proponemos alternativas y compartimos una visión de lo que debe venir: la libertad.
Esta publicación expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente representa la posición de Students For Liberty. En el Blog EsLibertad estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión y la promoción del debate de las ideas. Pueden escribirnos al correo [email protected] para conocer más de esta iniciativa.
