Queridos lectores, díganme ustedes, ¿Quién no quisiera un asadito dominguero? Dicho sentimiento fue aprovechado por el Kirchnerismo en sus spots políticos para la campaña presidencial de Alberto Fernández en el año 2019. Sin embargo, la realidad al llegar al poder fue totalmente distinta y la esperanza de dicho asado en los argentinos se esfumó. El consumo de carne per cápita en el país alcanzó los niveles más bajos registrados en décadas. Como consecuencia de tal problemática y de muchas más, durante las elecciones primarias del 2021 el “Frente De Todos” pagó la factura de sus promesas populistas, las cuales no alcanzó a cumplir desde que llegó al gobierno en 2019. Ahora, con el Kirchnerismo más debilitado que nunca, pero aún con ligeras esperanzas de volver a la arena política, ¿Podrá reelegirse Alberto Fernández o finalmente regresará el tan ansiado “asado” a la Argentina?
Fabricio Guerrero Vélez es politólogo Internacionalista.
Es claro que la ausencia de asado nada más es la punta del iceberg ante los numerosos escándalos del gobierno. Asimismo, las restricciones a la libertad y el apoyo a dictadores en la región, entre ellos a Daniel Ortega en Nicaragua o en la misma Argentina con Gildo Insfrán (si, aquel que ha gobernado desde 1995 en Formosa), han generado que la popularidad del mandatario y su credibilidad actualmente estén por los suelos; Finalmente, después de que la oposición reclamó las provincias donde anteriormente el oficialismo imperaba, Alberto Fernández, al reconocer su derrota, afirmó que: “evidentemente algo no hemos hecho bien, y escuchamos el veredicto de la gente”. Dicha respuesta, la cual no sorprende luego de perder en casi todo el territorio del país, fue producto del notorio cambio en el mapa político que se suscitó a lo largo y ancho de la nación sudamericana.
Aun así, Fernández y Frente De Todos apuntan a la reelección, o al menos eso fue lo que indicó el presidente en su cuenta de Twitter al referirse a la oposición que se ha levantado en contra de su gobierno: “Estamos ante dos modelos de país, uno incluye a todas y todos y otro posterga a millones. Hay una Argentina por construir con justicia social, producción, educación y salud pública. Redoblaremos el esfuerzo que venimos haciendo para, en noviembre, dar vuelta esta historia”. Con estas declaraciones, es claro que el Kirchnerismo no está muerto, al contrario, seguramente hará todo lo posible para volver a la hegemonía que tenía anteriormente.
Pero así como Alberto Fernández modifica su estrategia, la oposición se alza frente al oficialismo y vive un momento histórico, Muestra de ello fueron las declaraciones de Diego Santilli, dirigente opositor: “Hoy los bonaerenses decidimos que los valores de la libertad y del respeto a las instituciones son importantes. Y acá estamos, todos juntos, para defenderlos”, seguido de ello se escuchaba el coro: “¡Ohhh, vamos a volver! ¡A volver, a volver!”. Es importante afirmar que tanto los resultados electorales, como también el que la oposición viva su mejor momento en Argentina, son solo un reflejo de las acciones y propuestas populistas desarrolladas por el Kirchnerismo, las cuales fracasaron en su intento por mejorar la calidad de vida de las personas. El tiempo apremia y quedan solo 2 meses para que el oficialismo modifique dicha realidad, restaure lazos con el pueblo y aumente nuevamente su popularidad. Todo ello será una tarea titánica sin duda, lo cual genera la esperanza de que los argentinos, más temprano que tarde, logren finalmente disfrutar de un verdadero asadito dominguero.
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