El régimen Venezolano parece haberse dado cuenta de las enormes deficiencias de su modelo de servicios profundamente Estatista, más específicamente del sector de los carburantes (gasolina, gasoil y gasóleo), que ha creado un nido de corrupción, escasez y falta de competitividad en el sector. No obstante, al igual que en oportunidades pasadas, el régimen ha intentado muchas veces ‘’liberalizar’’ falsamente ciertos ámbitos de la economía, tal es el caso de los innumerables intentos en el control cambiario, que solo eran subidas temporales para volverlo a controlar y limitar. Por suerte, al final, y aún hoy en día vigente, lo hicieron y permitieron que el control cambiario pudiera flotar libremente,, generando así múltiples beneficios para la economía. ¿Pero cuál es el escenario que se nos presenta ahora y podría funcionar?
Brayan Corredor
‘’La base del problema es la inmensa intervención del Estado’’
Los servicios en Venezuela están profundamente estatizados y subsidiados, no solo acabando con los frutos de la competitividad del mercado y provocando enormes agujeros fiscales, sino que generando una corrupción desorbitante. Lo mismo ha ocurrido con el sector de los carburantes, donde llenar un tanque de gasolina/gasoil puede costar menos que una botella de agua, haciendo que su tráfico ilegal hacia países vecinos(donde se vende a precio internacional), sea un negocio redondo y tan fructífero como el narcotráfico.
En un país donde el poder adquisitivo ha sido totalmente destruido y gobernado por un régimen que prioriza la permanencia en el poder, ha sido imposible sincerar los costes de dichos servicios. Mutando así desde hace muchos años, en una cada vez una mayor escasez/deficiencia de este y el resto de los servicios básicos que controla el Estado.
Venezuela, el país con la gasolina más barata del mundo (aproximadamente 0.004$ x Litro).
’’¿Realmente algo ha cambiado en la naturaleza del régimen?’’
Tal modelo es tan absurdo y autodestructivo, que el propio régimen chavista, al igual que en varias oportunidades en los últimos años en otras áreas de la economía, ha tenido que dar un paso ideológicamente hacia atrás, y más cerca de lo que siempre, como un régimen que se autodefine socialista, han criticado. Anunciando así, en resumidas cuentas, un plan piloto para los próximos 90 días (el cual inició el 01 de Junio) que buscaría sincerar los costos en dicho sector a precios internacionales cercanos a los de Colombia, por medio de unas 200 estaciones de servicio a nivel nacional que estarían en manos de los empresarios privados que obtengan dichas licencias, con un valor inicial de 0,50$ x Litro, las cuales no estarían sujetas a ningún tipo de restricción o límite. Además de brindar un subsidio mensual a cada ciudadano en otras 1368 estaciones de servicio a nivel nacional, mediante el mecanismo ‘’patria’’ o la data del INTT (Instituto Nacional de Transporte Terrestre), a un precio de 0,02$ x Litro (120 Litros a automóviles y 60 Litros a motocicletas, cada mes), siendo los servicios de transporte y similares, beneficiarios de un subsidio total e ilimitado.
A simple vista puede parecer una medida racional, e incluso con matices capitalistas que, al menos en este ámbito específico, permitirá sanar un poco las cuentas del Estado y explotar los beneficios de la competitividad del mercado en el sector (aprovechando incluso los bajos precios del crudo), además de brindar un subsidio directo y focalizado que pueda mermar el golpe económico que esta subida ocasionará sobre la inmensa mayoría de los Venezolanos, sin perjudicar la competitividad del sector. No obstante, el diablo está en los detalles que desconocemos y la naturaleza del régimen que lo preside. Hablamos de un régimen totalitario que no solo carece de las bases más básicas en el ámbito institucional y económico, para lograr un modelo que pueda ir hacia una mayor liberalización del sistema y realizar otras medidas que puedan apoyar a esta para una mejoría económica notable, sino que cuyo objetivo esencial, es la permanencia en el poder a como dé lugar, donde esta medida es producto del enorme efecto bumerán que ha ocasionado sus medidas populistas y demagógicas del pasado, no de su repentina racionalización o un interés altruista.
’’Hay que observar los detalles y su desenvolvimiento con lupa’’
Por ello y por más queda por ver la forma en que finalizará dicha ‘’liberalización’’, si será similar a lo que ocurrió con la última flexibilización del control cambiario (flotante y libre que permitió reducir la corrupción en la entrega de divisas y un mayor flujo de estas en el mercado) o si será como los fracasados intentos anteriores a este de ‘’flexibilizar’’ el mismo control cambiario (subidas controladas y limitadas). En otras palabras, si tendremos la suerte de no terminar en un modelo mercantilista y de redes clientelares, donde no solo las licencias sean repartidas entre militares/amiguetes corruptos del régimen y que los subsidios funcionen como métodos de control social, sino que, especialmente, ni siquiera se permita que la escasez pueda ser cubierta por el sector privado con un mercado libre y flotante.
Por ahora, recien iniciada esta medida, solo podemos observar si el régimen cumple con lo dicho y de qué forma lo hace, además de su funcionalidad. Pero algo es seguro, cualquier tipo de flexibilización y sinceración de los costos, será equivalentemente positivo, ya que el sistema está agonizando y pidiendo a gritos un poco de racionalidad económica. Por suerte, ya hay precedentes de circunstancias que han forzado al régimen a dar pasos hacia adelante, que han sido muy pequeños, pero importantes.
Esta publicación expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente representa la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog EsLibertad estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión y la promoción del debate de las ideas. Pueden escribirnos al correo [email protected] para conocer más de esta iniciativa.