El kirchnerismo retomó el poder con el liderazgo de Cristina como figura protagonista en la
construcción del Frente de Todos, y muchos afirman que también como el principal actor en la
toma de decisiones en el sillón de Rivadavia… Lo cierto es que al tercer kirchnerato, le tocó
gestionar la Pandemia del Covid 19, sumando a las problemáticas estructurales que ellos mismos
fueron consolidando en los diferentes períodos que les tocó gobernar, en donde han contribuido
a depreciar nuestra moneda, construyeron los cimientos de una inflación que hoy ronda el 50 %
anual, instituyeron el gasto público desmedido como política de Estado, y lo peor de todo, es que
nos asilaron del mundo y dañaron la institucionalidad de La Argentina. Pero, de todas formas, el
pueblo decidió que ellos vuelvan a gobernar, y a todo lo que se tienen que enfrentar, les tocó e
lidiar con el problema global de gestionar esta crisis sanitaria.
Los resultados hablan por sí mismo, pero no creo que sea justo, hablar como quien dice; con el
diario del lunes. Desde el principio han generado controversia incurriendo en medidas de encierro,
o mejor dicho en “desmedidas” en donde su ideología estatista los corrió del eje para intentar
controlar este problema. De hecho, tuvimos la cuarentena más larga del mundo, soltaron presos
peligrosos a la calle, tuvimos que padecer víctimas fatales por la “mano dura” que se llevó a cabo
en los primeros meses de pandemia, en donde las fuerzas de seguridad actuaron sin control
alguno, se vacunaron primero que todos, e hicieron fiestas clandestinas cuando ellos mismos
publicaron el decreto que las prohibía.
¡Y como si esto fuera poco! Ahora se implementó el pase sanitario. Si la app “Cuidar” y el permiso
para circular ya parecía invasivo, ahora el Estado te obliga a vacunarte, con la marca que te toque,
y se toman la atribución de combinar las dosis según la disponibilidad que tengan al momento, a
su gusto y piachere. Este tipo de medidas están muy vinculadas con el sesgo cognitivo que se ve
que prima en quienes tomaron el control del gobierno, que se evidencia en su accionar y en el
populismo que los define: sino recuerden la famosa frase “es la salud o la economía”, osea es una
cosa o la otra, lejos de estar a la altura de las consecuencias y se ser pragmáticos, se apegaron al
discurso panfletario simplista y eso ocasionó lamentables consecuencias económicas y sanitarias,
como podemos observar en el sitio oficial del gobierno, que reporta los alarmantes datos de la
evolución de contagios y decesos por el Covid 19 en el país, y en cuanto a lo económico… Bueno,
eso lo padecemos todos, y es muy palpable en el día a día, por el hecho de que la inflación y el
dólar que parecen no tener freno.
De igual manera, creo que nadie con criterio puede negar que la evidencia empírica avala que la
vacunación es la mejor medida para frenar la pandemia, pero el hecho de que el Estado, de
forma intrusiva, te obligue a inocularte, generando un “pase sanitario” para ingresar a lugares
públicos y establecimientos privados, y cuya característica principal es que tiene un código QR,
es por lo menos, un tanto violento, dado que entran de lleno en tensión, los derechos
elementales, y se impide que ejerzamos nuestras libertades ciudadanas básicas, como circular
libremente y hacer cualquier tipo de trámite en un establecimiento público.
El gobierno no contempla los casos en donde por cuestiones de salud, está contraindicado
vacunarse, y muchos contempla la decisión de los ciudadanos y por sobre todas las cosas, la
capacidad de la gente de elegir, y por ende sus derechos elementales, porque es más que seguro
que con burocracia y estatismo, no se cura ninguna enfermedad…
Se sabe que hay muchas personas que por haber padecido la enfermedad ya tienen anticuerpos,
además que ya hay fármacos antivirales para el Covid, y de hecho ya se está avanzando en una
vacuna en Japón que con una dosis genera inmunidad de por vida. Las medidas que viene
tomando el gobierno, en sus arreglos y negociones con los laboratorios, con sus idas y vueltas son
proporcionales a su gestión de las relaciones internacionales. Nos ignoran en el G20 pero Cuba,
Venezuela, Nicaragua, nos aclama… Pero el tema vacunación y geopolítica es un tema más amplio
para hablar en otra entrega.
En definitiva, nos tenemos que seguir cuidando y tenemos que seguir pendientes del cuidado y
protección de nuestros derechos civiles, que son el pilar para tener una república sana, para que
no nos vengan a decir, es la salud o los derechos, es la salud o la libertad.
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