Por Alejandro Rameth Aréstegui Callo
Enseñanzas Del Budismo Tibetano para un Estilo de Vida Liberal, Individualista Y Occidental
A través del presente artículo quisiera plantear aplicaciones prácticas sobre preceptos morales y filosóficos aplicados a una persona occidental individualista pero que no por ello niega que hay planos que trascienden el mundo material, en otras palabras, deseo demostrar que desde las enseñanzas del budismo tibetano es perfectamente dable un estilo de vida de acuerdo a los principios de una vida digna y ecuánime (estoica para algunos), analizando el cómo moderar las pasiones humanas, así como desvelar los múltiples y complejos modos y facetas de esta existencia terrenal, por lo que se puede decir que estas enseñanzas milenarias pueden enseñarnos, además de principios y una filosofía muy profunda, un concepto de vida bastante elevado, compatible con una persona de ideología liberal y que vive en un país relativamente moderno y occidental. Es mi intención ofrecerles una perspectiva original y una reflexión personal que puedo extraer de estos proverbios, los cuales pueden ser revisados con más detenimiento es una obra denominada “En vos confío”; obra que data del siglo octavo de nuestra era, pero bastante desconocida en occidente, sin embargo, plasma las ancestrales enseñanzas del budismo tibetano y que pueden servir de guía a una persona en la búsqueda de una nueva perspectiva de la vida.
Según las enseñanzas ancestrales tibetanas, las virtudes a cultivar, de las obligaciones del hombre considerado como individuo estas serían:
Consideración
Entra en comunión contigo mismo, oh, hombre, y considera por qué fuiste hecho.
Contempla tus poderes, contempla tus necesidades y tus relaciones; así descubrirás los deberes de la vida y obtendrás dirección en todos tus caminos.
No procedas a hablar o actuar antes de haber pesado tus palabras y examinado la tendencia de cada paso que hayas de dar.
Escucha, por lo tanto, la voz de la Consideración; sus palabras están llenas de sabiduría y el sendero que te señale te conducirá al abrigo seguro y a la verdad.
Tener consideración para uno mismo es el primer paso para el amor propio, y aunque uno no comulgue con las posturas filosóficas objetivistas, el egoísmo racional que no daña a otra persona implica un respeto sano por uno mismo y el trabajar por mejorar cada día, uno no es perfecto y requiere crecer y mejorar cada día, por lo que considero que la mesura y la consideración son vitales para el fortalecimiento personal.
Modestia
¿Quién eres tú, oh, hombre, que presumes de tu propia sabiduría? ¿Por qué te jactas de lo que has adquirido?
El primer paso que conduce a la sabiduría consiste en conocer que has nacido mortalmente ignorante, y si no quieres ser tenido por necio según el juicio de los demás, desecha la insensatez de ser sabio en tu propia mortalidad.
El habla del hombre modesto da lustre a la verdad, y la mansedumbre de sus palabras dispensa su error. No confía él en su sabiduría mortal; pesa bien el consejo de un amigo y recibe de él su beneficio. Aparta sus oídos de la propia alabanza y no cree en ella; es el último en descubrir sus propias perfecciones.
Considero que el mejor maestro es aquel que es modesto, humilde y no trata a sus alumnos o estudiantes como inferiores, sino como sus semejantes, el individuo es íntegro por que trata como sus iguales a las personas con las que tiene que relacionarse, él es el que se encontraría más próximo a ser llamado sabio.
Diligencia
Como los días que han pasado se fueron para siempre, y como los que están por venir pudieran no llegar a ti en el estado presente de tu ser, te es necesario, ¡oh, hombre! emplear el estado presente sin lamentar la pérdida de lo pasado, o sin contar demasiado con lo que ha de venir, porque de tu estado próximo nada puedes saber, excepto lo que tus acciones de ahora dispongan para él. Este instante es tuyo; el próximo está en el vientre de lo futuro y no sabe lo que podrá traer; la madurez de lo que no ha nacido está de acuerdo con la ley. Cada estado futuro es lo que tú has creado en el presente.
Lo que resuelvas hacer, hazlo pronto. No dejes para la tarde lo que puedas hacer en la mañana.
La ociosidad es madre de la carencia y del dolor; pero el trabajo del bien produce placer.
La mano de la diligencia derrota a la necesidad; la prosperidad y el triunfo son los ayudantes del hombre industrioso.
El individuo íntegro, no solamente se quiere a sí mismo, sino que es consciente de las consecuencias de sus actos y los resultados que sus acciones pueden tener en su entorno, es por ello que la diligencia es fundamental, ya lo dice el dicho, uno cosecha lo que siembra, los grandes emprendedores, empresarios y gente que ha transformado el mundo ha elaborado sus ideas sin aplazar, sin demorarse y sobretodo sin temor a fallar, dejando de lado la flojera y la ociosidad. Fue en la búsqueda de un mejor futuro para él y su familia con mucha gente, muchos de orígenes pobres terminan siendo grandes millonarios y gente exitosa, esa es la genuina mentalidad capitalista, en ningún momento egoísta como se hace pensar, sino llena de diligencia y temperamento.
Emulación
Si tu corazón está sediento de honores, si tu oído se regocija con la voz de la alabanza, eleva tu ser mortal desde el polvo de que fuiste hecho, y exalta su aspiración hacia algo digno de alabanza.
La encina que ahora abre y extiende sus ramas hacia el cielo fue en un tiempo apenas una bellota en el seno de la tierra. Trata de ser el primero en tu vocación, sea la que fuere; no dejes que nadie te gane en hacer el bien; sin embargo, no envidies los méritos de otro, sino mejora tus propios talentos.
Desdeña también el deprimir a tu competidor por cualquier medio deshonesto o indigno; trata de elevarte sobre él sólo excediéndolo; así tu lucha por la superioridad quedará coronada por el honor, si no por el triunfo.
Por la emulación virtuosa, el espíritu del hombre se exalta dentro de él; anhela su fama y se regocija como el corcel que va a emprender su carrera.
Hay personas brillantes, que sin duda alguna han nacido para brillar y trascender, cuándo es en el plano social, intelectual y/o académico es fácil caer en falsos halagos, es muy sencillo dejarse llevar por discursos dulces pero llenos de mentiras, así que la emulación significa sacar lo mejor de las enseñanzas de tus maestros, extraer también lo aprendido al enseñar, crear un espíritu emprendedor y de auto superación.
Prudencia
Escucha las palabras de la prudencia, atiende a sus consejos y guárdalos en tu corazón; sus máximas son universales y todas las virtudes se apoyan en ella; ella es la guía y la dueña de la vida humana.
Pon un freno a tu lengua; pon una guarda ante tus labios, no sea que las palabras de tu propia boca destruyan tu paz.
Que aquel que se burle del cojo tenga cuidado de no empezar a cojear; quienquiera que hable con gusto de las faltas de otro, escuchará sus propias palabras con amargura en el corazón. Del mucho hablar viene el arrepentimiento, pero en el silencio está la seguridad.
En este mundo moderno, donde la tecnología y los dispositivos, así como la rapidez de las cosas nos incitan actuar de forma apresurada y sin premeditación, es nuestro deber cultivar la prudencia, pues es bueno arriesgar y aventurarse; pero no porque uno se lance valientemente al precipicio no se va a caer, siempre hay que hacer cálculo en todo, no solamente cálculo económico sino también tener mesura en todo lo que uno consume, fabrica, realiza o expresa. Cualquier acción hecha o palabra pronunciada puede acarrear consecuencias en el futuro, ya sea para bien o para mal.
Fortaleza
Peligros, infortunios, necesidades, dolores, padecimientos, es lo que con más o menos seguridad aguarda a todo hombre que viene a este mundo. Por lo tanto, ¡oh, hijo de la calamidad! Desde temprano debes fortalecer tu mente con valor y paciencia para que puedas soportar, con apropiada resolución, lo que te espera de los males humanos.
Así como el camello soporta los trabajos y el calor y el hambre y la sed por los arenosos desiertos y no se desmaya, así la fortaleza de un hombre debe de acompañarlo a través de todos los peligros.
Un espíritu noble desdeña las adversidades de la fortuna; la grandeza de su Alma no le permite desfallecer. Como la roca en la playa, él permanece firme y el embate de las olas no lo perturba.
El visionario, el emprendedor, aquel que quiere cumplir sus metas y sus sueños debe ser consciente de que mil y un obstáculos van a presentarse en su camino, llegando a todos los objetivos buscados siempre va a acarrear esfuerzos, nadie ha logrado éxito se ha hecho millonario de la noche de la mañana, ha requerido tener la fortaleza y entereza suficiente para resistir los problemas y las vicisitudes más adversas.
En cuanto a las pasiones y emociones que pueden afectarnos, las enseñanzas nos transmiten las siguientes afirmaciones, comentadas por supuesto con algún alcance mío:
Esperanza y temor
Las promesas de la Esperanza son más dulces que la rosa en botón y más seductoras aún para lo que aguardamos, pero las amenazas del temor son una cruz donde se sacrifica la rosa.
Sin embargo, que la Esperanza no te seduzca ni el Temor te impida apartarte de hacer lo correcto; así estarás preparado a hacer frente a todos los sucesos con ecuanimidad.
Los terrores, aún los de la muerte, no son terrores para el bueno; quien no comete el mal nada tiene que temer. Que en todas tus empresas una seguridad razonable anime tus esfuerzos; si desesperas del triunfo no lo alcanzarás.
Este respeto por el temor, y el no creer ilusamente en una esperanza excesiva se puede resumir en una palabra: Templanza, Uno tiene que ver las cosas de una forma realista, objetiva irracional, esas son las únicas formas en las que uno podrá tener una visión más clara sin tener que depender tanto del destino o de la suerte sino de las acciones que uno premeditó y llevó a cabo.
Alegría y pesar
Que tu júbilo no sea tan extravagante que intoxique tu mente, ni tu dolor tan pesado que deprima tu corazón. Este mundo no ofrece un bien que nos transporte de esa manera, ni ningún mal tan severo que te lleve demasiado arriba ni te hunda demasiado debajo del equilibrio de la moderación.
¡Mira! Allá está la casa de la Alegría. Está pintada por fuera y luce alegre; la puedes conocer por el ruido continuo de exaltación y júbilo que de ella proviene.
Durante todo este camino que llamamos vida, debemos estar acostumbrados a que no todo va a ser penumbra y tristeza, pero que tampoco todo va a ser júbilo y alegría, debemos estar preparados para gozar, padecer simplemente vivir experiencias de todo tipo, pero ser conscientes que sin lugar a dudas todos para una experiencia y mejoramiento personal.
Cólera
Así como el torbellino en su furia arranca los árboles y deforma la faz de la naturaleza, o como un terremoto en sus convulsiones vuelca ciudades enteras, así la furia del hombre colérico esparce la maldad en torno suyo.
El peligro y la destrucción están en su mano.
Pero piensa y no olvides tus propias debilidades; así perdonarás las faltas de los otros.
No te entregues a la Pasión de la cólera; es como aguzar una espada para herir tu propio pecho o dar muerte a tu amigo.
Si soportas con paciencia ligeras provocaciones, se te contará como sabiduría; y si las borras de tu recuerdo, tu corazón no te lo reprochará.
En occidente se considera la ira como un pecado, sin embargo, no nos explican que las peores consecuencias de una ira desmedida son para uno mismo, dejamos que la ira nos posea-que podamos manifestar la al exterior, es esta cólera la que nos consume por dentro y nos termina destruyendo, el ser temperamentales, además de no ser útil, nos puede llegar a la conclusión que somos personas desprovistas de carácter.
Piedad
Así como la mano de la primavera esparce flores sobre la tierra, así como la generosidad del verano produce con toda perfección la plenitud de las cosechas, así la sonrisa de la piedad derrama bendiciones sobre los hijos de la desgracia.
El que tiene piedad de otro se recomienda a sí mismo; pero el que no tiene compasión, no la merece. El carnicero no se detiene ante el balido de la oveja; ni el corazón del cruel se conmueve con las congojas.
El que seamos conscientes de qué hay sufrimiento y padecimiento fuera, nos permite ser compasivos con el otro, y a la vez los permite indagar en nuestro entorno qué cosas fallan y qué es lo que se puede hacer desde uno mismo para evitar sufrimiento de seres de todo tipo, si está en nuestras manos, podemos aliviar en algo el dolor y el sufrimiento, la persona que es piadosa no exige que otras personas lo sean, sino que predica con el ejemplo. El exceso de piedad también puede implicar compadecerse demasiado a uno mismo, algo nada bueno.
Deseo y Amor
Cuídate, ¡oh joven!, cuídate de los halagos de la lascivia, y no permitas que la meretriz te induzca a excesos en sus placeres.
La infamia del deseo hará fracasar sus designios; con la ceguera de su ímpetu te abalanzará a la destrucción.
Por lo tanto, no entregues tu corazón a sus amables halagos, ni dejes que tu corazón sea esclavo de aquellos encantadores engaños.
La fuente de la salud, que es de donde debe proceder la corriente del placer, se secará rápidamente y toda fuente de alegría quedará exhausta.
Al comienzo de la vida, la vejez te alcanzará; tu sol se pondrá en la mañana de tus días.
En la actualidad veo como la sexualidad ha pasado a ser un tema tan trivial y banal; que sin llegar a ser puritanos ni pretender juzgar a nadie, esta enorme confusión de sexualidad con amor está causando enormes daños y profundos vacíos emocionales a las personas, sobre todas las más jóvenes, que confundir esto poco a poco se van desgastando anímicamente y poco a poco una herida les causa cicatrices profundas muy difíciles de sanar, lo peor es que esta gente lastimada y herida contamina y lastima a las personas que no lo están; y el ciclo se va agrandando y va creciendo cada vez más, la falta de paciencia puede ser la causante de malentendidos, los malentendidos pueden causar despechos que a su vez causan infidelidades, lo que causa en estas últimas son una completa pérdida de confianza y sin confianza no se puede entablar relaciones; y si no se pueden labrar relaciones sentimentales duraderas mucho menos se podrán labrar relaciones en ámbitos como el profesional, académico u económico.
Crueldad, Odio y Envidia
¡La venganza es detestable! ¿Qué es la crueldad, entonces? Ésta posee la maldad de la otra, pero no tiene el pretexto de sus provocaciones.
Los hombres la rechazan como no pertenecientes a su naturaleza; se avergüenzan de ella como una extraña a su corazón. ¿Acaso no la llaman inhumana?
¿Cuál es, entonces, su origen? ¿A qué cosa humana debe ella su existencia? Su padre es el Miedo, ¿y no es su madre la congoja?
Para que no seas cruel, colócate demasiado alto para el odio; para que no seas inhumano, colócate por encima del alcance de la envidia.
A todo hombre puede considerársele de dos maneras: de una de ellas, se ve turbulento, de la otra, menos ofensivo; míralo de la manera que te lastime menos; así no lo lastimarás.
¿Qué es lo que un hombre no puede convertir en bien? En aquello que más nos ofende hay más causa para quejas que para odio. El hombre puede reconciliarse con aquel de quien se queja. ¿A quién mata él, si no es a quien odia?
¿Porque te roban el traje te vas a despojar también de la ropa interior? Cuando envidias al hombre que posee honores, cuando sus títulos y su grandeza suscitan tu indignación, trata de averiguar cómo obtuvo todo eso; determina por qué medios llegó a poseerlos, y tu envidia se volverá piedad. Si se te ofreciere esa misma fortuna al mismo precio, ten la seguridad de que si fueras sabio la rehusarías.
¿Quisieras perder tu libertad para poder quitársela a otro? ¿O podrás envidiar a quien hace esto? Como no puedes envidiar lo que no aceptarías, desdeña esta causa del odio y expulsa de tu Alma esta ocasión que favorece al padre de la crueldad.
¿Si posees honor, puedes envidiar lo que se obtiene a costa de él? ¿Si conoces el valor de la virtud, no te apiadas de quienes tan bajamente la han trocado? Cuando hayas aprendido a considerar el bien aparente del hombre sin afligirte, oirás hablar de su felicidad con placer.
De los flagelos más grandes que todas las sociedades han tenido, puedo afirmar que la envidia es una de las peores, no solamente porque son el germen de ideologías aberrantes como el socialismo, que carece de fundamentos morales y un sentido nulo de justicia, ya que su principal base es el odio; la falta de respeto y un recelo junto con un resentimiento injustificado a aquel que tiene algo más que tú, esto no debe ser jamás el motor de tu vida, no hay nada más miserable que valerse de alguien con poder, o escalar a través del gobierno para lograr imponer algo de forma tiránica, para silenciar a un grupo y preferir a otro, crear ventajas y privilegios aún sin merecimientos es la principal causa del resquebrajamiento y polarización de las sociedades actuales.
Espero con toda sinceridad, estimado lector, que estos preceptos y mensajes hayan calado en tu mente y te ayuden a mejorar en tu proyecto de vida. Si de casualidad este artículo despertó curiosidad e interés no dudes en contactarme, así como puedes encontrar más extractos de esta profunda obra, gran legado del budismo tibetano al mundo.
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