El liberalismo económico es una doctrina que ha tenido muchas disputas y controversias, debido a su esencia ideológica. Desde la Reforma hasta el estallido de la revolución francesa, los cambios radicales que afectaron la vida económica de Europa dieron como resultados tendencias opuestas a las imperantes en los tiempos del feudalismo. A partir del siglo XVI, los conceptos e instituciones que hasta entonces parecían inmutables comenzaron a evolucionar vertiginosamente, la ciencia ganó más terreno sobre la religión, la idea de progreso se impuso a la creencia del pecado original y el individualismo alcanzó su máxima expresión.
Se puede señalar, que el liberalismo surgió como una nueve ideología destinada a colmar las necesidades de un nuevo mundo. Y me refiero a un nuevo mundo, por los nuevos descubrimientos geográficos, la ruina de la economía feudal, el establecimiento de las nuevas iglesias que no reconocen ya la supremacía de Roma, después la revolución científica que trastorna las perspectivas mentales, el volumen creciente de los inventos técnicos que es causa de nuevas riquezas y aumentos de la población, etc. Hay que hacer notar, que la esencia de la nueva sociedad era la redefinición de las relaciones de producción entre los hombres, o bien, el surgimiento de un nuevo paradigma. También, el espíritu capitalista comienza a adueñarse de los hombres para fines del siglo XVI. Al pasar del siglo XV al XVIII, se sienten agrandarse los horizontes y las posibilidades de creación, aumenta el reconocimiento de la dignidad inherente a la persona humana, crece también el amor por la verdad por sí misma y el propósito de experimentación en servicio de la verdad. Tales son los provechos que trajo consigo el triunfo del pensamiento liberal.
De la misma forma, el banquero, el comerciante, el industrial, reemplazaron al terrateniente, al eclesiástico y al guerrero como tipos de influencias social predominante. Los conceptos de iniciativa social y control social abrieron paso a los conceptos de iniciativa individual, y control individual. Todo esto debido a la filosofía liberal inglesa del siglo XVIII. El filósofo de la época, lo mismo que el negociante se da cuenta de la fuerza que puede lograr, el individualismo económico del uno hace pareja con el individualismo intelectual del otro. Para uno el fin es la riqueza, para el otro el saber.
Seguidamente, en el siglo XX, el liberalismo económico empieza a decaer y a tomar mala fama, a causa de sucesos lamentables, como la Gran Depresión del año de 1929, la victoria de Roosevelt (expresidente demócrata estadounidense de), las ideas Keynesianas que formaron parte del nuevo paradigma económico. Por eso, a partir de 1930, el liberalismo económico es obstaculizado por parte del nuevo pensamiento económico y político, comúnmente llamado economía mixta. El gasto público excesivo, el gran aumento de la oferta monetaria, las grandes trabas que hay en el funcionamiento del sistema financiero, comienzan a formar parte de las resoluciones a los problemas económicos, que aún prevalece en nuestros días y que están afectando ya sea directamente o indirectamente en nuestras vidas.
Otro punto es, que en tiempos de crisis, como la que enfrentamos actualmente, se ocupa fortalecer o crear instituciones que propicien el buen funcionamiento del libre mercado, asimismo, es imprescindible que la intervención desmesurada del Estado en la economía termine, ya que, termina afectando el bienestar de la población, debido al debilitamiento que ocasiona en los mercados y a los incentivos de los agentes económicos
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