El modelo capitalista, el cual se basa, de manera general, en la libertad económica e individual y que, como sistema económico, promueve el libre mercado, la libertad y capacidad empresarial, el respeto a la propiedad privada, la libre inversión e intercambio de bienes y la igualdad ante la ley, ha generado a lo largo de la historia diferentes opiniones y puntos de vista. Asimismo, tales perspectivas se han enfocado principalmente en estas características mencionadas, pero también en otras cualidades que conforman dicha forma de organización económica.
Lamentablemente, el capitalismo, a pesar de ser el modelo que mejor ha funcionado en los países en los que se ha aplicado, ha tenido que soportar más críticas que elogios; hoy en día mucha gente niega las virtudes de la libertad económica y lo que dicho sistema ha generado en la calidad de vida de los individuos. Del mismo modo, la gente aún lo sigue confundiendo y se deja llevar por falsos mitos acerca de este.
Este artículo surge de la necesidad de desmentir tales ideas y de contrastar, a través de datos y estadísticas, tales opiniones con la realidad. De manera que estas críticas, totalmente alejadas de lo que la historia y los hechos nos sugieren, sean refutadas y finalmente desechadas, y se le otorgue al capitalismo la opinión que verdaderamente le corresponde. Sin más preámbulo, a continuación se mencionan algunos mitos y los respectivos datos que comprueban la mentira de sus argumentos.
Sebastián Álvarez, estudiante de último año de secundaria, guatemalteco. Apasionado por la política y la economía.
El capitalismo únicamente beneficia al empresario y a la clase social alta.
Se suele oír mucho acerca de que el capitalismo solo beneficia al empresario y a las personas de un estrato social alto. De igual modo, se escuchan regularmente los argumentos de que el capitalismo únicamente implica el subir precios en perjuicio de los consumidores y que hay una cruel explotación a los trabajadores por parte de los empresarios.
Todo ello no es verdad, puesto que, aunque el capitalismo crea un ambiente agradable a la inversión, ya sea local o extranjera, este permite la competencia, obligando a que las empresas produzcan un producto o servicio de buena calidad y barato, lo cual a largo plazo beneficia a la población. Por otro lado, también se sabe que el trabajador en un país capitalista goza de salarios muy altos, tal como sucede en Hong Kong ($31,824), el cual ha sido puntuado como uno de los lugares más libres en el aspecto económico (90.4 puntos).
En torno al trabajo y la supuesta esclavitud del trabajador, el capitalismo fomenta y apoya la libertad, por lo tanto, todo acuerdo, trabajo o intercambio es voluntario y libre entre las personas involucradas. Es por ello que, si un trabajador no se siente a gusto con su trabajo o no le parecen las condiciones o el salario que se le paga, el mismo es libre para renunciar y buscar otro empleo con el cual se sienta a gusto.
Acá es donde surge la necesidad de la libre empresa y el tan vituperado libre mercado. Si este trabajador tiene muchas opciones y ofertas para trabajar, la empresa por la cual actualmente trabaja deberá esforzarse por mantenerlo en el puesto, con condiciones óptimas y favorables. Esto sucederá con todos los trabajadores de las diferentes empresas y se traducirá en un mejor producto o servicio para las personas. Asimismo, el consumidor tendrá varias opciones para adquirir su producto o servicio, permitiendo que el individuo tome la decisión que más le convenga. Una vez más, vemos como el más beneficiado no es el empresario, sino la misma población.
El capitalismo destruye el medio ambiente.
De igual manera, se suele escuchar muchísimo de que el capitalismo es la raíz principal de la contaminación mundial y de la emisión de carbono en el planeta. Este ha sido uno de los mitos más ampliamente difundidos, generando que tanto académicos como personas en particular culpen al capitalismo por el deterioro ambiental y las catástrofes en el ambiente.
Claramente, esto es contrario a lo que las estadísticas y datos muestran. Al hablar de libertad económica y desempeño ambiental, no existe relación alguna entre ambas variables, lo cual derriba todo argumento ecologista y que va en contra de dicho modelo económico. A continuación se presenta un diagrama que nos muestra la comparación de países con base a su relación entre la libertad económica y su puesto en el desempeño ambiental. Las cifras son esclarecedoras:
(Heritage Foundation and UFM Market Trends)
En el diagrama se puede apreciar que existe una relación bastante positiva entre ambas características. Asimismo, la media muestra que por cada punto de libertad económica que sube un país, sube 0.95 su puntuación en desempeño ambiental. Es gracias a esto que se puede afirmar, de manera contundente, que no existe un vínculo entre contaminación y mal manejo de los recursos naturales y el capitalismo como tal. Es más, a mayor libertad económica en un país, este es más propenso a cuidar de mejor manera los recursos y proteger el medio ambiente.
No obstante, puede que esto no sea suficiente para tirar al suelo toda la mentira medioambiental. Quizás, luego de observar la gráfica, surja el argumento de que la razón por la cual los países con mayor libertad económica ocupan un puesto alto es porque se aprovechan de países no tan desarrollados y “Exportan la polución”, es decir, los residuos como producto de la actividad humana, generando que países con un alto desarrollo queden libres de la misma, al tiempo que aprovechan su posición para contaminar a países subdesarrollados. Si se toma esta afirmación como una realidad, se esperaría que países que tienen una mayor inversión extranjera directa sean los países con menor puntaje en desempeño ambiental y con mucha más contaminación. Sin embargo, esto también es totalmente falso, lo que se comprueba con la siguiente gráfica que se muestra a continuación:
(Banco Mundial, Yale.edu, UFM)
El gráfico nos muestra que prácticamente no existe relación con ambas variables, es decir, con el índice de calidad ambiental y la inversión proveniente de otros países. Asimismo, es claro que los resultados son muy diversos y cambiantes, lo que imposibilita el afirmar que los países ricos cuidan mejor del medio ambiente como consecuencia de su posición privilegiada frente a otras naciones. Por último, un hecho revelador en torno a esta discusión, es que los países más limpios solo invierten en otros países limpios, es decir, que empresas y demás inversiones no van a países que tienen un bajo punteo en desempeño ambiental. Esto se observa en la siguiente gráfica, acabando con todo sustento del que quiera sostenerse la postura anticapitalista.
(ONU, UFM)
El capitalismo crea pobreza.
Y como último mito, se tiene la afirmación de que el capitalismo es igual a pobreza. Mucha gente tiene una noción errónea en torno a este tema, ya que acepta esta premisa a pesar de la basta evidencia que existe y que confirma que en países en donde se ha implementado el libre mercado, la iniciativa empresarial y la propiedad privada, la pobreza ha disminuido constante y progresivamente. El éxito en naciones donde la libertad económica es alta es más que evidente y no se puede obviar, siendo esto un referente para que los países con mayores indicadores de pobreza apliquen un modelo de libre mercado y libertad.
Además, es importante aclarar que, estadísticamente, los países que cuentan con una menor presencia del Estado y mayor libertad para el individuo, tanto en su vida personal como en el aspecto económico, son los que más riqueza generan. Ejemplo de ello son naciones como Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, o Suiza, las cuales son un ejemplo a seguir si se habla de libertad económica y desarrollo.
(Heritage Foundation)
Ahora bien, sumado a la discusión y lo que las cifras pueden expresar, es imperante mencionar que en los países anteriormente mencionados se llevó a cabo una medición en torno a la riqueza personal, es decir el nivel de riqueza de un adulto promedio. Dicha medición arrojó resultados muy indicativos, ya que en todos los países el nivel de riqueza fue increíblemente alto; entre los datos que confirman ello se encuentran los de Suiza ($537.600), Nueva Zelanda ($337.441), Hong Kong ($193.248), Australia ($221.456) y Singapur ($268.776).
De estos países resalta Singapur, el cual hace apenas 30 años igualaba a España en renta Per cápita, pero hoy en día, después de posicionarse como una de las economías más libres del mundo, Singapur dobla la renta Per cápita Española. La siguiente gráfica comprueba esto, siendo un ejemplo más de lo que el capitalismo y el modelo de libre competencia pueden lograr en una nación.
Las estadísticas no mienten; el capitalismo, aunque a veces se le quiera tildar de inhumano y que fomenta la contaminación y la explotación en beneficio de unos pocos, ha sido el único sistema que ha mejorado la calidad de vida de las personas y le ha otorgado al individuo un método para alcanzar bienestar y felicidad. Luego de analizar los datos aquí presentados, se deduce que todos los mitos inicialmente mencionados son precisamente eso, mitos que han surgido debido a la confusión y falta de difusión de información en torno a este tema. Es por ello que, a modo de reflexión final, Invito a los lectores a que compartan dicha información e inviten a otras personas a informarse sobre las temáticas abordadas, de manera que las falsas especulaciones sean olvidadas y finalmente se reconozca al capitalismo por lo que es y lo que ha logrado. La divulgación es necesaria, porque al fin y al cabo no se está hablando únicamente de modelos o teorías económicas, sino del bienestar de un país entero y de la calidad de vida de millones de seres humanos que integran una sociedad.
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